Este viernes a las 21, Jorge Fandermole presentará su última producción en Paraná. Se llama Tiempo y lugar. Acompañado por Fernando Silva, el cantautor interpretará la docena de creaciones incluidas en el disco y las integrará a un repertorio que abarca sus canciones más queridas.
Un encuentro prometedor está gestándose, de esos que ayudan a detener el tiempo y vuelven amables los lugares. Su protagonista es el compositor e intérprete Jorge Fandermole, que llegará a Paraná acompañado por Fernando Silva, en bajo y cello. Será un espacio de confraternal intimidad, propicio para dejarse llevar por la poesía, la profundidad y la ternura de una de las cuerdas sensibles de nuestra música popular.
El espectáculo será este viernes 14 de noviembre desde las 21, en el Auditorio Prof. Walter Heinze, de la Escuela de Música, Danza y Teatro Prof. Constancio Carminio, en Italia 61.
Para conocer detalles del evento, Tekoha entrevistó a Fandermole. Lo que sigue es una síntesis de lo compartido, en la que se filtran postales propias de la actualidad del artista.
–¿Qué representa el nombre Tiempo y lugar para este disco nuevo?
–El título del disco toma el nombre de una de sus canciones que a mí me resulta especialmente significativa, pero de ninguna manera ordena temáticamente al repertorio. Son doce canciones de géneros y especies diversas, algunas con rasgos eminentemente folklóricos y otras más urbanas. De alguna manera recopila las canciones que juzgo como más importantes desde el 2014/2015, que es cuando salió mi disco anterior. Pasaron muchos años. Y era necesario un regreso.
–Tiempo y lugar son nociones en crisis en nuestra cultura, que habilitan debates en torno a los modos de ser y estar…
–En principio, la canción es una alusión crítica al tiempo y lugar que nos toca como ciudadanos de esta Nación y habitantes del planeta. No obstante, es verdad que la virtualidad nos propone habitar distintas dimensiones del tiempo y el lugar, sin estar en ninguno en especial, lo que puede provocar cierta alienación o desconcierto. Además, son dos categorías en las que permanentemente fluctúa nuestra conciencia desde lo individual y desde lo social. Cuando nos referimos al tiempo podemos pensar en nuestro propio tiempo biológico e imaginario, pero también nos estamos refiriendo a un tiempo comunitario y social, y por supuesto a un tiempo histórico. Son dimensiones de lo temporal que nos atraviesan. Lo espacial también se despliega en lo individual y en lo colectivo, En ambos casos, involucra situaciones conflictivas y críticas, movilizantes.
–¿Qué dice del tiempo y lugar de Fandermole el hecho de que estés saliendo a escena con un formato íntimo?
–Es la primera vez desde que empecé a actuar profesionalmente que me presento bajo un formato discreto en términos instrumentales. Incluso, dos canciones están interpretadas sólo con guitarra y voz. Estas características vienen determinadas por la dinámica de todos estos años, de haber atravesado la pandemia y haber estado trabajando en soledad durante bastante tiempo. El aislamiento nos empujó a trabajar solos. Algo de eso destella en el disco.
Pero además lo que hacemos surge siempre de un cruce entre lo que necesitamos y aquello de lo que disponemos.
Este formato discreto abraza de algún modo estas realidades, después de haber estado haciendo discos con instrumentaciones muy numerosas y sonoridades complejas. De hecho, el disco precedente estaba fundado en un cuarteto, pero con invitados como Carlos Aguirre.
Insisto, Tiempo y lugar da cuenta del modo en que he venido trabajando en el último tiempo, junto a Fernando Silva en bajo y violoncello, que aporta sonoridades tan ricas con esos dos instrumentos, y guitarras de acero o nylon, a mi cargo.
–¿Y cómo está funcionando?
–Formalmente, hay canciones que aún no he presentado en público y otras que venía tocando, aunque no estaban todavía publicadas. En los conciertos ha habido adelantos, pero ahora lo estoy abriendo de lleno a la consideración.
En la actuación de Paraná, por ejemplo, presentaremos las canciones en el orden que ocupan en el disco, más allá de que ahora en las plataformas poco importa el lugar de cada una de las composiciones.
A las doce canciones del disco las complementaremos con creaciones de años anteriores que uno recupera porque dialogan pacíficamente con uno mismo y conversan a la vez con la sensibilidad del público.












