Los vínculos humanos ejercen una fuerte influencia sobre la salud mental de los más jóvenes. Así lo corroboró un relevamiento que se realizó en 9 provincias, incluida Entre Ríos. La discriminación, el bullying y el cyberbullying; las tensiones familiares; la presión escolar en varones y, en mujeres, la violencia, el abuso y el acoso, son los principales factores.
Casi 6.000 adolescentes de 9 provincias formaron parte de la consulta Muna te escucha, que buscó registrar sus percepciones y preocupaciones sobre salud mental y el acceso a dispositivos para abordarla. Mediante una encuesta, entrerrianos, bonaerenses, salteños, tucumanos, chaqueños, cordobeses, misioneros, santafesinos y porteños dieron cuenta de los principales factores que identifican que afectan su salud mental: el 30% indicó que son la discriminación, el bullying y el cyberbullying; en segundo lugar, dos de cada 10 señalaron que son las presiones en los vínculos familiares; y en tercero, mientras que para los varones emerge la presión escolar, para las mujeres la salud mental se ve afectada por la violencia, el abuso y el acoso.
Seis de cada diez chicos mencionan a la depresión y la ansiedad entre las sensaciones que más recurrentemente asocian a problemáticas de salud mental. Consultados por el diálogo sobre el tema en sus hogares, sólo dos de cada diez afirman que se conversa o busca apoyo en sus familias. En contrapartida, cuando atraviesan situaciones de angustia, la mitad acude a sus pares y personas de confianza y ocho de cada diez afirman que, si una amiga o amigo enfrenta problemas de salud mental, se ofrece para hablar y escuchar. Sin embargo, hay un 20% que no se dirige a nadie en esos momentos.
“Desde 2021, la iniciativa ‘Municipio Unido por la niñez y adolescencia’ (MUNA) trabaja para que los gobiernos locales pongan en el centro de sus políticas la agenda de derechos de las chicas y los chicos”, explica María Fernanda Potenza Dal Masetto, Oficial de Política Social d e UNICEF Argentina y Coordinadora de MUNA. “Entre sus líneas de trabajo, la de Participación adolescente promueve su derecho a influir activamente en las decisiones que afectan sus vidas, a que expresen su opinión y participen en la vida familiar, comunitaria, social y en la toma de decisiones”.

Por ello, las preguntas de la consulta en U-Report, la plataforma de participación impulsada por UNICEF, fueron co-creadas por 12 adolescentes de siete provincias quienes, en el marco de las estrategias de la línea temática de MUNA, debatieron sobre la problemática de salud mental, idearon el cuestionario y generaron insumos para difundir la consulta entre pares.
“La participación de chicas y chicos de varias provincias en el intercambio fue algo super enriquecedor. En un espacio de mucha escucha, reflexionamos sobre nuestras experiencias en torno a la salud mental y nuestros puntos de vista sobre el rol de las familias, la escuela y nuestros municipios. Las preguntas nacieron del debate y llegaron a miles de adolescentes y jóvenes de todo el país. ¡Fue una gran experiencia!”, cuenta Narela (18), del municipio de La Matanza.
Dónde ir
Por otra parte, la consulta indagó sobre el acceso a dispositivos de salud mental en sus comunidades: un 23% afirma que hay espacios de apoyo, y la mitad de ellos considera que son de calidad y que ofrecen confidencialidad; sin embargo, el 41% afirma que no está seguro de que existan y el 19% sostienen que no hay. Además, más de la mitad de las y los encuestados considera que en su comunidad nunca o raramente se han llevado a cabo campañas sobre salud mental adolescente y únicamente el 14% afirma que se realizan de forma frecuente o muy frecuente.
“Es muy importante que las personas adultas tengamos la capacidad de alojar a las y los adolescentes: brindar un espacio de escucha activa y contención, que no estigmaticemos sus padecimientos y generemos oportunidades de conversación”, sostiene Potenza. “Por eso desde MUNA buscamos fortalecer a los gobiernos locales para que puedan brindar herramientas para la implementación de políticas y acciones a nivel local que potencien las capacidades institucionales, a fin de que la opinión de las y los jóvenes sea tenida en cuenta y legitimada”.
MUNA es una iniciativa de UNICEF que brinda formación, herramientas y asistencia técnica a más de cien municipios en 12 líneas temáticas – como participación adolescente, primera infancia, inclusión educativa, salud sexual y reproductiva, entornos saludables y libres de violencia, entre otras más – con el propósito de generar políticas y respuestas en función de las necesidades de cada gobierno local. Hasta el momento, las acciones se desarrollan en nueve provincias y cuenta con el compromiso de 890 funcionarios y personal técnico involucrados en su implementación.

Realidades
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes 2019-2020, apenas el 19,1% de las niñas y los niños entre 0 y 3 años tenía acceso a servicios de cuidado y educación. Con relación a las prácticas de crianza, el 59,4% de las niñas y los niños de 1 a 14 años experimentaron algún método de crianza violento como agresiones verbales y castigo físico, según información relevada por dicha Encuesta.
En relación a la inclusión educativa, el 58% de las chicas y los chicos que ingresan a la secundaria logran completarla y solo el 29% lo hace en los tiempos establecidos. Esta situación es aún más extrema en los sectores de menores ingresos, donde menos de la mitad logra finalizar este nivel (47,5%) (Encuesta Anual de Hogares Urbano – INDEC).
Asimismo, 7 de cada 10 embarazos en adolescentes de entre 15 y 19 años y 8 de cada 10 embarazos de niñas de menos de 15 años son no intencionales.
Finalmente, la existencia de inequidades territoriales es uno de los factores que explican los niveles de vulnerabilidad que afectan a la niñez. En este sentido, las amenazas climáticas y ambientales se agravan en los municipios del norte del país y exponen a los niños, niñas y adolescentes a niveles de riesgo mediano y alto.
La magnitud de estas problemáticas requiere de un abordaje integral y del involucramiento de áreas gubernamentales de nación, provincia y municipio. En particular, el compromiso de los gobiernos locales resulta fundamental por su conocimiento directo de las demandas y las necesidades de la ciudadanía y por la posibilidad de articular desde el territorio las intervenciones públicas para darles respuesta.