Un balance positivo tuvo la Feria de Arte Paraná. Durante tres días, la Sala Mayo se convirtió en un caleidoscopio de producciones altamente calificadas de artistas plásticos del área metropolitana, con epicentro en Paraná. El evento fue la caja de resonancia de un mercado en vías de consolidación.
Si la idea fue transformar a la Sala Mayo en una zona de interacción entre vecinos sensibles hacia las expresiones plásticas de calidad y artistas calificados de una amplia región, habrá que señalar que la Feria de Arte Paraná ha cumplido con su objetivo.
El evento se desarrolló durante el viernes 9, el sábado 10 y el domingo 11 de mayo y, además de la exposición como tal, hubo una serie de actividades que tendieron a fortalecer los vínculos entre artistas, gestores culturales, galeristas, curadores y coleccionistas.
Así a las postales de personas recorriendo el espacio de exhibición al modo tradicional se sumó la organización de talleres, conversatorios, recorridos guiados y performances, lo que ayudó a mostrar la diversidad de lenguajes artísticos presentes.

Cabe ponderar el entorno espacial de la muestra, muy cuidado, lo que permitió un disfrute contemplativo por un lado y también inspiró cierta educación de la mirada, que es una forma indirecta de apreciar las obras y el trabajo de los artistas.
Los gestos corporales de los curiosos visitante variaban: dedos pulgar e índice sobre el mentón, ceños fruncidos como de quien aguza la vista o cabezas levemente inclinadas para interpretar desde otro ángulo lo que se tiene enfrente. La constante era la compañía del termo y el mate humeante, junto a la presencia bulliciosa y vivaz de las infancias, en un microclima bañado por la luminosa calidez del otoño.
Cada cual con su historia a cuestas dio sustento a la propuesta original de habitar, descubrir, examinar e imaginar, a lo que ayudaban guía y curadores dispuestos a orientar con comentarios pertinentes.


Políticas públicas
Se trató de la segunda edición de la Feria, cuya meta es fomentar el mercado de las artes visuales, a partir de iniciativas que promuevan la puesta en valor y la comercialización de obras.
En el evento como tal confluyen una serie de acciones promovidas desde la Municipalidad de Paraná, como la convocatoria abierta y la posterior selección de espacios culturales, galerías y proyectos grupales independientes del Área Metropolitana del Gran Paraná.
En alianza con distintas firmas locales, fueron galardonadas con la adquisición producciones de Lucía Aquino, Eugenia Bracony, Cynthia Fistraiber, Patricia Gatti, Carlos Battauz y Mariángel Magnin, mientras hubo un premio estímulo para la Galería A la vuelta de la esquina.