El viernes 20 a las 21, desde Chajarí llega un elenco a Casa Boulevard para contar El cielo es de quien lo vuela. Con toques autobiográficos, un trabajador de circo se preguntará por las condiciones para sobreponerse a la realidad y proyectarse más allá de las actuales contingencias. La obra de teatro de sala está basada en técnicas de clown y magia.
Cielo es una expresión muy utilizada, en diversos órdenes. Llamamos así a la atmósfera visible desde la superficie de la Tierra; al lugar donde se cree que moran las deidades o los seres justos después de la muerte, o a una esfera imaginaria donde se ubican los cuerpos celestes como el sol, la luna y las estrellas. Para más datos, es también un nombre de persona.
También fue parte de una especie de refrán que incentiva el valor de la voluntad: El cielo es de quien lo vuela, título de un libro de Guillermo de Pósfay, de inspiradora lectura para Marcos Retamozo que, un día, en Chajarí, creyó que esos mensajes podían trascender los límites de la hoja impresa y adquirir tridimensión dramática en el teatro.
El protagonista de la obra es a la vez el director General de la Compañía de espectáculos Desde el Pie y responsable del Centro Cultural homónimo. A propuesta de Tekoha aceptó ser parte de la entrevista, compartida con el director de la puesta, Ezequiel Caridad.
La función será este viernes 20 a las 21, en Casa Boulevard, Ituzaingó 80. Recomendada para mayores de 12 años, esta obra evoca los recuerdos de los viejos circos y crea momentos de alegría, nostalgia, sorpresa y emoción a través de la actuación, la manipulación de objetos y los trucos de magia.
–¿Cuál es el origen de la obra? ¿Con qué objetivos se reunieron? ¿Cómo se fue materializando? ¿El título apareció primero o al final?
–EC: El espectáculo surge de un deseo de Marcos Retamozo, actor del espectáculo “El cielo es de quien lo vuela” e intérprete del personaje Sokram. Marcos me convoca a mediados del 2023 para que dirija su espectáculo.
Marcos es de la ciudad de Chajarí, ahí sostiene junto a su compañera Tati un espacio cultural independiente Desde el pie, donde dan clases y programan espectáculos de toda la región. Marcos tiene una historia con el circo tradicional, porque durante muchos años viajó por toda Latinoamérica con distintos circos de renombre internacional haciendo sus destrezas.
La propuesta era crear un espectáculo. Él tenía el libro de Guillermo de Pósfay, El cielo es de quien lo vuela, que es un texto más poético que dramático. En base a su propuesta, comenzamos a encontrarnos virtualmente donde a través de propuestas que le fui haciendo, fuimos construyendo una idea–propuesta de dramaturgia.
Decidimos que tomaríamos textos poéticos del libro y lo fusionaríamos con su historia, su vida en los circos, que mágicamente estaba relacionada con los escritos de De Pósfay. Ahí decidimos que la obra se llamaría como el libro: El cielo es de quien lo vuela.
–MR: Este proyecto de producción surge de la necesidad de conectar la producción teatral de la provincia y busca generar instancias de transmisión de conocimientos y experiencias, generando mecanismos que faciliten la producción teatral federal, en este caso uniendo la capital provincial con la ciudad entrerriana más lejana geográficamente, donde la circulación de las herramientas metodológicas y los conocimientos propios de la profesión son más escasos, dificultando la producción y generando una desigualdad de oportunidades.
El grupo Desde el pie realiza desde su fundación en 2015 obras que buscan la fusión del teatro con el circo y la magia, buscando un lenguaje que contenga la sorpresa, el entretenimiento y lo popular del circo y la profundidad discursiva del teatro. Esta búsqueda no es nueva en nuestro país, hace más de ciento veinte años que marcó el surgimiento de lo que llamamos Teatro Nacional gracias a la iniciativa de los hermanos Podestá, a lo que se sumó una larga tradición de artista de variedades y grupos de teatro popular que recorrieron, y recorren, todos los rincones del país.
En cuanto a la pregunta específica, se trabajó desde abril de 2023 y se estrenó en marzo de 2024. Primero hubo una instancia de intercambios y escritura de forma virtual con el director y luego se realizaron residencias cada mes y medio aproximadamente donde se trabajó intensivamente en centro cultural Desde el pie, de la ciudad de Chajarí, continuando el trabajo el equipo local con 2 encuentros semanales.
Así, tomando como base el diseño de un dispositivo para el efecto mágico de levitación que desarrollé, el texto del libro El cielo es de quien lo vuela, del autor argentino Guillermo de Pósfay, y la experiencia del grupo Teastral, se comenzó trabajado de forma remota para avanzar en la pre producción e instancias de residencia de trabajo intensivo.
El libro homónimo de Guillermo de Pósfay fue uno de los primeros insumos para la creación de la obra, y esta frase se impuso desde el principio.
–¿Se cuenta una historia o cada espectador se convierte en un narrador a la medida de su experiencia?
–EC: En este espectáculo se cuenta la historia de Sokram, un trabajador de circo que se hace desde abajo, juntando la bosta de los animales; pero que sueña con ser un artista, con volar.
–MR: Sí, se cuenta una historia, desordenada, con muchas metáforas, y si bien el espectador puede relacionarlo con diferentes cosas, hay un personaje que cuenta su historia.
–“El cielo es de quien lo vuela” en tanto título de la obra, ¿es una invitación o una aclaración, casi en tono de advertencia?
–EC: Es una invitación y a la vez una aclaración, la de saber que en este mundo nos vamos haciendo a medida que lo vamos volando.
–MR: Para mí es una verdad revelada.
–¿Qué desafíos impone la cultura reinante en el armado de propuestas teatrales como estas?
–MR: Son muchos los desafíos. Principalmente el de ser creativo y no caer en los estereotipos. Por otra parte, los tiempos, tan apremiantes en estas épocas en los que la velocidad de las tecnologías te puede pasar por encima. Y claramente lo económico. Es muy difícil en estos tiempos invertir dinero para la adquisición o construcción de materiales para la escena, o acceder a recursos o convocatorias.
Esto nos lleva a reutilizar materiales, a reciclar lo que ya se tiene, a construir con nuestras propias manos. Lo que claramente le da otro valor y sentido a lo que estamos generando. Son muchos los desafíos que nos imponen, pero la pasión siempre está intacta y eso es lo que nos moviliza a seguir creando.
–¿Qué experiencia con los públicos y cómo gestores culturales le viene deparando El cielo es de quien lo vuela? ¿Cómo sigue la cosa para el elenco, en medio de una atmósfera general que no incentiva las reuniones artísticas?
–EC: Las experiencias han sido muy gratificantes todas. Con El cielo hemos girado por la provincia y también realizado funciones para colegios secundarios de la localidad de Chajarí; además de participar de distintos festivales de la zona.
Deseo destacar que, como elenco concertado, seguiremos en la búsqueda de lugares, espacios y nuevas experiencias donde llevar nuestro arte, nuestro teatro.
