El jueves 13 a las 20, en el foyer del Teatro 3 de Febrero, 25 de Junio 54, Ferny Kosiak compartirá la alegría de su 15º libro, un poemario deliberadamente hecho para reírnos de nosotros mismos y entendernos mejor. Con culto desparpajo, el prolífico escritor entrerriano, docente y gestor cultural emprende así una nueva cruzada para desencartonar la literatura.
Toda presentación de un libro es un pequeño acontecimiento. Así lo vive también Fernando Kosiak, pese a que ya ha pasado en 14 ocasiones por ese trance. En este caso, se trata de un poemario singular que hará sobrecoger a los comisionados de la corrección política y la solemnidad literaria; pero, a los menos prejuiciosos, les dibujará una sonrisa y hasta puede que les robe una carcajada. Con la recorrida ácida por personajes reconocibles de la cultura argentina, probablemente Kosiak logre mostrar el revés de la trama risueña: todo aquello de ellos que habita en nosotros y nos define.
“Hace rato que venía con ganas de publicar poesía”, prologa, cuando la entrevista aún es un evento que ocurrirá en el futuro. “Estoy completamente seguro de que lo que necesitamos en este momento, ante tantos ataques y menosprecio institucionalizado, es reír y este libro de poesías es para divertirse”, le dirá a Tekoha a propósito de “Correcto!”, su 15ª publicación, de 94 páginas, editado por Camalote.
La charla con Kosiak sirve para intuir la filosofía que inspiró la obra. Al enfocarse reflexivamente en la galaxia de celebridades, muchas de ellas de bizarro glamour, ventajeras, el escritor desnudó un doble juego, digno de un estudio sociológico: mientras los argentinos critican con impiadoso ardor a la sociedad de la que forman parte y a sus instituciones, idolatran a las deidades que recrean ese olimpo caricaturesco que las contamina: con sus nombres se bautiza a los recién nacidos y alguna de sus frases se repiten como oráculos ante cualquier ocasión, mientras se defenestra el nivel educativo, se ataca a los científicos y pensadores por vagos y se linchan artistas “mal entretenidos” en la plaza pública, por cadena nacional.

Tal vez, activar la comisura de los labios al disfrutar cuando se lapida con un inofensivo poema a quienes en secreto admiramos ayude no sólo a conocernos mejor sino también a dar un brinco de calidad. Y si no llegamos a sacarnos el maquillaje de aquello que nos obnubila, al menos que nos riamos de nuestras formidables contradicciones, que son parte del ADN celeste y blanco.
“¿Con qué propuesta se encontrará el lector de Correcto!?”, se preguntó. “Con un libro de poesías que busca divertir con su lectura, llevar risas (o sonrisas) en tiempos donde son necesarias”, subrayó. La persona que entrevista y la que es entrevistada ya movieron las primeras piezas de la partida. El reloj está en marcha.
–¿Cómo diseñaste el acto de presentación?
–Me van a acompañar amigas que han actuado en mis últimas presentaciones: Charo Montiel, Gloria Mathern, María Mercado y Cynthia Rodríguez le van a poner voz y cuerpo a la lectura de algunos de los poemas, al igual que Bianca Tardito, una niña estrella que se anima a leer y actuar con sus 9 años.
También participarán con la música Cintia Müller y su hijo Franco Schroeder. Belén Zavallo presentará el libro. Todas las personas que están involucradas son queridas y se acercan a compartir la poesía y la diversión desde el cariño y eso hace que la presentación sea más valiosa aún.
–¿Cómo fue el proceso de escritura y edición?
–Comencé hace años escribiendo sobre Susana Giménez de los 90s como si fuera parte de la nostalgia de cierta época, de ciertos rituales que todos compartimos y que ya son parte de nuestra historia inmediatamente pasada como los teléfonos fijos, las tarjetas para cargar saldo a los celulares, las estrellas de la tv, ¡la tv!
A la edición comencé a hacerla el año pasado desde Camalote, que es la editorial independiente que dirijo desde 2018, porque creo fervientemente que necesitamos reírnos más y que es un libro que puede venir a ayudar con eso. Hay libros que vienen a ayudar en ciertas circunstancias y creo que acá pasa eso.

–¿En qué momento encuentra a Kosiak la publicación de su 15º libro?
–¿Así en tercera persona, como Maradona? Jajajajaja. Me encuentra haciendo equilibrio. Hago mucho, estoy escribiendo, creando, editando todo el tiempo y de todos modos hay una realidad en el país y en la provincia que como docente que depende del Estado y como hacedor cultural con más de dos décadas de recorrido en la espalda me tiran abajo constantemente y creo que a muchos nos pasa eso y que la resistencia está en el cobijo colectivo.
Figura y fondo
–¿Qué lugar ocupa Correcto! en la perspectiva de tu producción?
–Creo que se relaciona con otro poemario anterior, “Oh!” (Camalote, 2021), que también estaba en la línea de la poesía para reír, poesía para leer con tacos altos, como me gusta decirle, porque tiene que ver con lo performático, con algo que me gusta mucho que es desacartonar la literatura.
–¿Qué experiencia de lector tuviste cuando el libro estuvo listo y llegó hasta vos?
–El libro llegó en diciembre y allí hicimos una primera lectura gracias a la invitación generosa de Elena Salomón para participar en un evento en su espacio La Taller. A partir de ahí, algunas personas lo compraron, se lo llevaron a sus vacaciones, me compartieron sus risas en audios de WhatsApp o en fotos leyendo “Correcto!” en el subte porteño. Todas las repercusiones y los comentarios han sido felices y elogiosos, acompañan y celebran la risa.
–Tenés un contacto permanente con el mundo que comparten escritores, lectores y editores, ¿qué sentís que te aporta como creador esa interacción?
–Creo que si uno es atento a lo que lo rodea es capaz de potenciar para y en sus propias producciones aquello que lo rodea en lo inmediato, pero también aquello a lo que puede acceder que está a miles de kilómetros y que solo podrá ver online. Pienso ahora en una edición italiana de una novela de Selva Almada, que no me interesa comprar porque no sé italiano, pero de la que puedo aprender desde lo estético.
También pasa cuando se cruzan las disciplinas, que creo que sucede en libros como este donde por ejemplo hay un dibujo hermoso de Miguel Ángel Vesco de Susana y Moria al que llegué por Instagram y que se lo pedí para que forme parte del libro. No cambia la esencia de lo que yo escribí, pero le agrega un algo más al libro y sobre todo nos arrima un poco más a los que formamos parte del grupúsculo artístico entrerriano.