El sábado 7 de junio, de 9 a 12, tendrá lugar en el Casal de Catalunya, Urquiza 1225, un taller teórico práctico sobre conservación preventiva de documentos, tanto se encuentren en instituciones como en poder de las familias. El curso estará a cargo de la Magister en Museología Maia Rodríguez. La actividad es arancelada.
De todas las acepciones, probablemente la más desafiante para quienes manipulan documentos de valor es la que plantea que conservar es “mantener vivo y sin daño”. El reto se constituye no sólo por la fragilidad del soporte, por ejemplo el papel, sino también por el impacto que el entorno próximo pudiera generar.
No se trata sólo de ponderar el pasado sino también de aceptar la responsabilidad de ser parte de una comunidad intergeneracional, construida por una cultura múltiple, en permanente movimiento, en la que la experiencia puede enriquecer los antecedentes de lo por venir.
Para abordar estos asuntos, el Casal de Catalunya propone una actividad de capacitación. El curso-taller está dirigido a historiadores, archivistas, bibliotecarios, coleccionistas y todas aquellas personas interesadas en la conservación del patrimonio documental y papel y no se requieren conocimientos previos en conservación.
“En este Curso de Conservación Preventiva de Papel trabajaremos con materiales de conservación para saber cómo preservar, por más tiempo y para la posteridad, el patrimonio en papel que tenemos en nuestras instituciones o que forman parte de nuestra vida”, dijo la especialista Maia Rodríguez, encargada de la propuesta.
La actividad, que se desarrollará en la sede de Urquiza 1225, es arancelada. Se entregará un dossier digital y certificado de participación. El valor del curso es de 15.000 pesos, con una atención a socios y socias de la institución, cuya matriculación tendrá un costo de 12.000 pesos.
Para conocer pormenores de la propuesta, Tekoha entrevistó a Rodríguez. La parte medular de los intercambios es lo que se comparte a continuación.
–¿Qué dinámica tendrá el curso?
–Será un taller teórico práctico. En primer lugar, haremos una revisión de términos como conservación, salvaguarda y preservación para conocer todos los ámbitos desde donde podemos trabajar con el patrimonio. Así como también los agentes de deterioro que pueden presentarse y los materiales de conservación y las técnicas específicas con las que podemos trabajar.
A continuación, haremos la parte práctica del taller donde invitamos a los participantes a llevar algún documento que quieran conservar y trabajamos en el diagnóstico de las patologías o agentes de deterioro, formas de conservación y en las propias actividades de conservación sobre el documento como es la limpieza mecánica, el estirado de pliegues y el pegado de rajaduras.
–¿Quiénes son los potenciales destinatarios?
–No hay un destinatario específico para el curso ya que considero que todos tenemos “patrimonios” que queremos conservar dentro de la familia para generaciones futuras. Muchas veces los destinatarios son profesionales del ámbito del arte y la cultura, pero la conservación nos alcanza a todos cuando queremos preservar las fotos o documentos originales de abuelos o bisabuelos, cartas o pasaportes antiguos.
–¿Por qué es importante estar al tanto de los secretos de la conservación?
–La importancia de la conservación radica en que es el primer paso para la divulgación y difusión de nuestro patrimonio. En el caso de documentos preservados en Archivos o Instituciones públicas, es un patrimonio que nos pertenece a todos y que queremos que esté disponible para generaciones futuras, para consulta e investigación.
La conservación es una actividad constante que conlleva tiempo, presupuesto y planificación, pero de a poco podemos empezar a sentar las bases para que podamos desarrollarla a largo plazo.
–¿Se cuenta con un diagnóstico o aproximación al estado en que se encuentran los documentos de las instituciones en la región?
–Todas las instituciones realizan tareas de salvaguarda o preservación, que no son necesariamente de conservación pero que sirven para mantener los documentos frente al paso del tiempo y de los agentes de deterioro. Actualmente me encuentro dirigiendo un Proyecto de Investigación en FCG UADER donde estamos realizando el diagnóstico del estado de conservación del patrimonio que se encuentra en archivos, museos, bibliotecas y otros espacios que se encuentran dentro de la ciudad de Paraná para así poder comparar estadios de conservación y hacerle frente en conjunto a los problemas que tenemos entre todos.
–¿La conservación es un oficio o una profesión?
–La conservación es una disciplina que converge de múltiples carreras y formaciones. En mi caso, es a través de la Museología porque mi formación como Magister en Museología y Arqueóloga desde la Universidad Nacional de Tucumán así lo hizo.
Además, soy docente de la Cátedra de Conservación Preventiva II de la carrera de Archivología de UADER donde trabajamos con los estudiantes en la conservación específicamente de papel, el mayor soporte presente en su ámbito de aplicación.
–¿Qué presencia tienen estos saberes en las instancias de grado y posgrado de las carreras que encuentran en el pasado a su objeto de estudio?
–La conservación nos pone en jaque a todos porque puede ser que no sea parte de nuestra carrera base pero si trabajamos como comunicador, fotógrafo, educador en una institución cultural vamos a necesitar que los objetos se encuentren en buen estado como poder estudiarlos, conocerlos y divulgarlos.
Esto es lo interesante de la conservación ya que es una actividad silenciosa y costosa en cuanto a recursos y tiempo pero que es la base para que todo lo demás funcione y se conozca.
Una buena conservación permite una mejor accesibilidad a nuestro patrimonio y creo que esa es una meta a futuro, generar la conciencia necesaria de la conservación.
