La escritora, entrerriana de pura cepa, fue finalista del International Booker Prize 2024, celebrado este junio en Londres. Junto a otros cinco autores, a Almada la incluyeron en la shorlist del concurso por su novela corta No es un río.
Este título completa su trilogía de varones inaugurada por El viento que arrasa y seguida por Ladrilleros. “En mis textos me gusta explorar cómo los vínculos masculinos afectan el universo en general. Son relaciones complejas que tienden a pensarse como algo obtuso y sin matices. Creo que las masculinidades tienen sus propios intringulis y enredos. Me interesa desandar por qué el ser un varón supone pactos, alianzas y conceptos de honor y traición que afectan la vida de quienes los rodean”.

¿Cómo dijo?
Selva creció como la vegetación en los márgenes del río Uruguay. Más precisamente en Villa Elisa, Colón. Sus relatos se caracterizan por un tono periférico, narrados bajo la atmósfera del Litoral y empapados de modismos.
En ese sentido, la traductora Annie McDermott consideró que “fue difícil de traducir al inglés. Selva hace una especie de homenaje al lugar donde creció y a la manera en la que allí hablaban”. En una entrevista realizada por la organización del concurso, contó que fue un desafío familiarizarse con el lenguaje, con términos que no existen en Google. Se esmeró por mantener una jerga con la misma textura que la original: que las palabras sigan sonando como suenan en el Delta del Paraná.

Literatura de provincia
Almada es una escritora preocupada por la federalización de la cultura literaria argentina. Con la leyenda Literatura para recorrer lleva adelante Salvaje Federal, una librería que busca contribuir a la circulación de literatura escrita y editada en las provincias.
Punto para Alemania
Al galardón por el que Almada compitió hasta el final se lo llevó la alemana Jenny Erpenbeck por su novela Kairos.